Bunyols de l’Empordà – Bunyols de Quaresma

Bunyols de l'Empordà

Els bunyols de Quaresma‘ son unas pastas blanditas, esponjosas y muy dulces que en Catalunya (mi tierra) son típicos en Cuaresma y se venden en hornos y pastelerías (durante cuaresma) solo los miércoles y viernes.

Como me es difícil coincidir justo los días adecuados cuando voy de visita, ha habido varios años que me los he perdido, y como soy una gran fan de los ‘Bunyols de l’Empordà‘ (son los que tienen forma de rosquilla y saben a anís) he buscado desesperadamente la receta y me he animado a hacerla.

El resultado ha sido gratamente satisfactorio, aunque he tenido que hacer algo de prueba/ensayo para perfeccionar el tiempo de cocción (ya que los primeros o me quedaban crudos o se me quemaban).

La receta la he sacado de ElsFogonsdeLaBordeta.com (donde encontraréis recetas buenísimas), quienes a su vez la sacaron de un programa de TV3 (La Autonómica Catalana).

Antes de deciros los ingredientes os aclaro que ‘Matafaluga’ es anís (pero en especie, ya sea en grano como en polvo y lo podéis encontrar en herboristerías o en la sección de ‘especies’ del hipermercado, ya sabéis junto a la vainilla o la canela).

Ingredientes:
312 gr. de harina (y quedaros el paquete a mano para luego ir añadiendo)
75 gr. de azúcar
32 gr. de mantequilla (o margarina)
17 gr. de levadura de panadería (yo la compro en sobres en el super, al lado de la levadura normal, es oscura)
4 gr. de sal
2 huevos
125 ml de leche (si le queréis añadir un poco de anís líquido le tenéis que restar de leche)
8 gr. de matafaluga en grano (yo he preferido en polvo, pero eso es a gusto del consumidor).
1 Ralladura de piel de un limón.
Aceite de girasol para freír els bunyols (si utilizamos de oliva dará más sabor y no nos interesa).

Ok. Con esto ya podemos empezar. Ya os digo que primero haremos una masa base que deberemos dejar en reposo 2 horas para que la levadura haga su magia, así que no es una receta rápida.

Paso 1 – En un bol mezclamos la harina, el azúcar, la mantequilla, la levadura y la sal hasta obtener una masa homogénea (pero bastante seca).

Paso 2 – En una olla ponemos a calentar la leche y cuando esté a punto de hervir le añadimos la matalagufa y lo dejamos tapado infusionando (como si hiciéramos una infusión).

Paso 3 – Con la leche todavía caliente, la incorporamos al bol donde tenemos la masa (se puede colar, aunque como utilicé matalafuga en polvo no hizo falta) poco a poco para que vaya ligando. Añadimos también la ralladura de limón y a continuación los huevos uno a uno.

Paso 4 – Una vez todo bien mezclado le vamos añadiendo más harina hasta que se despegue de los lados del bol, entonces enharinamos la encimera (una superficie plana, limpia y seca) y amasamos la masa hasta que deje de estar pegajosa (al menos no muy pegajosa).

Paso 5 – Ponemos la masa resultante en un plato hondo, la tapamos con un trapo y la dejamos reposar (en un sitio tibio y sin aire) 2 horas aproximadamente (hasta la que la masa doble su tamaño).

Paso 6 – Una vez esperado el tiempo adecuado cogemos la masa y vamos haciendo bolitas (no muy grandes) y antes de ponerlos a freír les hacemos un agujero con el dedo (yo lo hice con el mango de una cucharilla ya que la masa es un poco elástica).

Paso 7 – Vamos friendo els bunyols (que se hinchan y cogen forma de donetes) hasta que estén bien dorados tirando a marrón oscuro (cuidado no se os quemen). Al sacarlos de la sartén los ponemos en papel absorbente y antes de que se enfríen los rebozamos de azúcar (si estuvieran fríos el azúcar no se pega).

Y listo.

Els bunyols de quaresma se comen el mismo día que se hacen, luego son casi como el pan, que se van poniendo duros con los días y ya no están tan buenos.

Algunos los comparan con las rosquillas de anís (las fritas), pero no son igual, ya que estos son más esponjosos y blanditos.

Espero que os haya gustado.

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